Ruta equipada en 2005 por Emilio Ibañez «Toskajara», en recuerdo de otra de sus siempre añoradas perritas: Jara. Posteriormente el mismo Emilio le añadió unos metros más a la vía atravesando unos pequeños techos naranjas.
En 2005 con el pelotilla recién estrenado, aparecimos por Cacín con la idea de dormir por allí un par de noches. Habíamos conocido el sitio unos años antes, la nochevieja del milenio creo recordar, en una aventura épica en la que tardamos un día entero en encontrar el Barranco de Cacín… pero eso es otra historia. De vuelta al 2005, nada más llegar, refrescándonos en la fuente que hay cerca del vivac, oímos a alguien taladrando.
El sonido venía del Tajo del Mota, y allí, a media altura de la pared, vimos a alguien colgado, taladro en ristre, equipando una nueva vía. Habíamos llegamos bien entrada la mañana y picoteamos algo de fiambre para empezar a escalar con las pilas ya cargadas. Terminando el refrigerio cerca de la fuente, el equipador, terminada ya su jornada, bajó a la fuente a refrescarse. Y así conocimos a Emilio Ibañez «Toskajara»…
Estuvimos charlando un rato, nos contó algunas batallitas cacineras de antaño, hasta que se le hizo tarde y se fue (a dar de comer a sus amados perros), demasiado pronto para nosotros que estábamos encantados con este personaje que acabábamos de conocer. No sabíamos aún que era buen amigo de nuestros «guías almerienses» Pinito y Amalica, y que en los años venideros coincidiríamos con él en múltiples ocasiones por muchas de las escuelas de escalada del sureste.
Joder, como me enrollo… total, que la vía que estaba equipando era la vía Jara, y por aquel entonces la vía terminaba a la altura de las vías aledañas, pero años después, el propio Emilio le añadió unos metros más con una salida que atraviesa unos pequeños techos naranjas y alcanza el punto más alto de la pared, justo antes de una amplia repisa.
Hasta la primera reunión (la original) sale una vía muy agradecida con buen canto y bastante vertical, sobre todo al principio. Si se opta por continuar hasta arriba los techos son muy divertidos, y más que en la dificultad el tema está en encontrar los cantos, desde abajo no se ve nada y hay que ir «al tacto» para encontrarlos… pues eso, divertido.
Muy recomendable, es una vía que hemos hecho casi todas las veces que hemos ido a Cacín y la hemos disfrutado, pero la última vez dándole hasta arriba, la gozamos.
Podéis encontrar más info sobre el Barranco de Cacín y otras zonas de escalada del sureste en la web de Toskajara.
Fotos Tajo del Mota – Barranco de Cacín
Aupa!