Ramales de la Victoria (Cantabria)
Elantxobe era el pueblo de referencia que venía en la Desnivel… y por allí… dando vueltas… hasta que dimos con la forma de llegar a lo alto del Cabo de Ogoño.
Dejamos el coche y nos adentramos en el espesor del sotobosque por una estrecha senda, hacia donde intuimos que está la cima del cabo…
En poco menos de media hora ya no hay nada más alto donde subir, parece que hemos llegado…
Arrancando desde el mar Cantábrico, la pared alcanza los 300 metros de altura y para escalar muchas de las vías hay que rapelar desde la cumbre. Es una movida, porque vamos sin croquis y no puedes ver la pinta que tienen las vías ni nada… lo mismo nos metemos en un quintillo que en un sietebé…
De momento montamos una reunión en dos chapas pelín oxidadas que vemos por ahí. La idea es asomarnos a ver que se vé…
… y se vé poco la verdad. Decidimos unir las dos cuerdas que tenemos, rapelar hasta donde se pueda y luego…ya veremos…
Cuando empieza Javi a rapelar los perros se ponen muy nerviosos… y quieren seguirle…!. Nada, decidido, yo me quedo arriba con los perros (paso de estar en medio de la pared y ver a un chucho caer pa’bajo…), así aprovecho y quizá pueda sacarles alguna foto a estos mientras escalan…
Menudo pirulo que me dí, intentando pillar un buen sitio donde echar alguna foto… Al final tras un par de saltos, arrastramientos y tal… veo a Nacho subiendo por una placa a unos 50 metros de la cima, es solo un puntito en la imagen.
Han decidido subir empalmando dos largos seguidos con la cuerda por arriba, debía tener pinta de chungo y no han querido arriesgar a quedarse pillados en medio de la pared… (aunque yo les podría rescatar… :D… )
Kako me sigue a todos lados, menudo makina…
Tiro unas cuantas fotos, pero la cámara es de estas de plástico, con un celo en el compartimento de las pilas… demasiaó que hay un par de ellas que salieron aceptables. Esta de Javi en contraluz quedó bastante bien.
Vuelvo corriendo a la cima a ver si le pillo saliendo de la vía, pero hay que ir con ojo, que está anocheciendo y se vé cada vez menos. Me voy acercando a ellos y aunque no se les ve bien me atrevo a tirar otra foto.
Llego a la cumbre jadeando, justo cuando Javi asoma desde el precipicio.
Al final la vía era durita… según estos 6c… ó más… En el camino de vuelta se pone a llover, y esa noche dormimos en la tienda de campaña, en un rinconcito que vemos cerca el coche.
Por la mañana al levantarnos sigue lloviendo y no tiene pinta de parar…, con to’ y con eso cogemos los trastos y subimos a la cumbre, aunque la verdad sin muchas esperanzas de escalar…
Nada, imposible, además hace un viento que te cagas y casi ni nos oimos al hablar… Javi quiere rapelar por otra reunión diferente, aunque sea para echar un vistazo, (está chalaó…). Nacho y yo nos parapetamos bajo la funda de la cuerda, que tiene un plastico tipo capa, haciendo humo mientras tanto… Al rato le vemos reaparecer, empapado y sonriente, gritando como un loco al viento… (esa imagen no la olvidaré nunca… ¡jajaja!).
Recogemos las cuerdas y nos bajamos a la Playa de Laga, que es la que se veía desde la cima del cabo, a pegarnos un baño, que ya nos toca…
Y mientras comemos algo… a ver cual es nuestro próximo destino… Araotz, mmm… suena bien.
Aupa!