El pasado mes de octubre, justo antes de volver de nuestra visita otoñal anual a Almería, nuestros guías en la zona, Pinito y Amalica, nos comentaron que había una zona de escalada nueva a la que aún no habían ido.
Se trataba de un cañón en el municipio de Felix del que habían visto un video en redes sociales en el que invitaban a todo el que lo viera a la inauguración, hecho que se había producido 15 días antes.
Desafortunadamente, el día siguiente, domingo, que habíamos quedado para ir a Felix, amaneció lloviendo de manera exagerada y tuvimos que abandonar nuestro plan de conocer esa zona. Pero, afortunadamente, el viernes siguiente era fiesta y estos dos no curraban así que, justo antes de nuestra vuelta a Madrid, nos fuimos para allá.
Tras dar un par de vueltas por el pueblo y no encontrar el camino – al parecer estaba detrás del cementerio, pero resultó que no estaba ahí – finalmente Amalica da con una pista asfaltada que nos deja en el aparcamiento, a la entrada del cañón.


Una aproximación mínima, de las más cortas que conozco si no la más corta (poco más de 1 minuto) y nos introducimos en El Cañón de Felix.
La zona consta de cuatro sectores; el Primer Cañón, el Segundo Cañón, el Sector de Afuera y La Raja. En el Primer Cañón hay como un par de niveles a diferentes alturas y como abajo hay gente optamos por subir al segundo nivel y echar un vistazo general.


Parece haber de todo un poco aunque tiene pinta de haber bastantes vías fáciles, sobre todo en una de las dos paredes, la que está más tumbadita y con orientación noreste.
Observamos una chimenea, el Sector llamado Raja que, si no recuerdo mal, tiene cinco o seis vías por sus adentros. Esta vez se libran, pero para la próxima no me voy sin catar alguna ya que tampoco son exageradamente difíciles, entre 6a y 6b+.


A la izquierda de las chimeneas hay un grupo de tres vías (las tres marías) muy fáciles, con nombres muy descriptivos: «La mierda», «La caca» y «La porquería», las tres entre IIIº y IV+ y cortitas. Con ellas empezamos.


Después Amalica prueba una de las vías de la pared de enfrente, «Me llamo Doky» (6a+/b), y yo me quedo arriba para echar algunas fotos con algo de perspectiva aérea, que no quedan mal.




El ángulo es bueno, me emociono y le hago un publi-reportaje, y eso que aquí solo he puesto algunas…




A la derecha hay una fisurilla con buena pinta, «Quiero Higo» (6a), me animo a darle el primero y catarla.


Más fácil de lo que parecía, aunque por arriba cuesta algo más, pero finalmente es encadenada.


Todos coincidimos en que quizá tiene las chapas demasiado cerca, cuando vas a chaparte, si te descuidas, coges la cuerda por debajo de la chapa anterior.




A la derecha hay un par de fisuras más que parecen interesantes y no muy díficiles, las dejamos para la próxima visita, junto a las de la chimenea.
Amalica es requerido desde casa, le da un pegue rápido a la última del día «Que más quiero cuerpo mío» (6a+) y cuando baja se despide y nos abandona.

Los que quedamos aprovechamos para echar un vistazo por los otros sectores. Salimos del cañón y recorremos el Sector de Afuera que tiene bastantes vías, algunas más durillas incluyendo algunos séptimos, pero pega el sol de lo lindo y rodeamos todo el sector hasta llegar a la entrada del Segundo Cañón que está a la sombra, y al que también se puede acceder desde el Primer Cañon bajando por unos escalones metálicos a modo de ferrata.

Desde el Segundo Cañon se aprecia en la distancia el Peñon de Bernal, y a su derecha los muros del Barranco Tartel que tantas veces hemos visitado, aunque hace tiempo ya de la última vez que anduvimos por allí.

En el Segundo Cañon tenemos 5 o 6 vías de entre Vº y 6c y optamos por la que más nos llama la atención por su recorrido (y su grado) «Cuando Legolas tensa el arco» (V+).


Con entrada plaquera peleona, algún canto más amable por la parte de arriba, y roca de esas de las que raspan que te cagas…


Y poco más, que no es poco. Con ganas ya de volver al Cañon de Felix y probar esas chimeneas y alguna de las fisuras que han quedado pendientes.

Hablando recientemente con Pinito nos ha comentado que hay otra zona nueva a la que nos llevarán en nuestra siguiente visita por aquellas tierras, esto es un no parar, parece que no se acaban nunca las zonas de Almería… y que siga así!
Aúpa!